Misión: Lecciones Bíblicas

Pablo en juicio

Referencia bíblica: Hechos 24–26

Énfasis o Tema sugerido: Aprovecha toda oportunidad para hablarles a otros acerca de Jesús.

Versículo para memorizar: «Jesús les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la buena noticia de salvación a toda la gente.» Marcos 16:15, PDT

Resumen de la historia:

Pablo había sido acusado falsamente de causar problemas en Jerusalén. Aunque era inocente de esas acusaciones, fue encarcelado en Cesarea y tuvo que presentarse ante una sucesión de gobernadores y líderes, incluyendo a Félix, Festo e incluso al rey Agripa. En cada audiencia, Pablo habló abiertamente de su fe cristiana. Sus acusadores nunca pudieron probar su culpabilidad, y finalmente, Pablo usó su derecho como ciudadano romano para pedir ser enviado a Roma y comparecer ante el tribunal del César.

Material de trasfondo:

Haz clic aquí para una visión general del Libro de los Hechos

Anteriormente, en Jerusalén (ver El sobrino de Pablo descubre una conspiración), Pablo fue atacado y acusado falsamente de causar disturbios y profanar el templo. Para evitar un levantamiento, un comandante romano trasladó en secreto a Pablo, bajo custodia, al tribunal del gobernador en Cesarea Marítima.

Ubicada en la costa mediterránea de Israel, la ciudad de Cesarea Marítima fue construida por Herodes el Grande, y hoy aún se pueden visitar sus ruinas. Herodes construyó un gran puerto y un palacio. Cesarea se convirtió en el centro del gobierno romano en Judea y también albergó a la Legión Romana. En Hechos, también fue el hogar del primer cristiano gentil, Cornelio (ver Cornelio se convierte en cristiano).

La lección comienza con Pablo bajo custodia, esperando que llegaran sus acusadores desde Jerusalén.
Como ciudadano romano, sus derechos estaban protegidos. Sus acusadores debían presentar sus cargos ante un funcionario romano. Pablo permaneció en Cesarea por más de dos años y se presentó ante varios gobernadores y personas importantes. En cada caso, aprovechó la oportunidad para hablar acerca de Jesús.

Pablo ante el gobernador Félix (Hechos 24:1–26):
Cinco días después de llegar a Cesarea, Pablo tuvo su primera audiencia. El sumo sacerdote Ananías y un abogado llamado Tértulo vinieron de Jerusalén para presentar sus acusaciones. Pero después de escuchar a ambas partes, Félix no quedó convencido. Despidió a los acusadores y dijo que decidiría cuando llegara el comandante original de Jerusalén, lo cual parecía solo una forma de aplazar el juicio. Aunque permitió que Pablo tuviera cierta libertad y que sus amigos lo atendieran, Félix mantuvo a Pablo en prisión por dos años, esperando que Pablo le ofreciera un soborno para ser liberado.

Pablo tuvo muchas oportunidades de hablar acerca de Jesús. Aunque Félix y su esposa, Drusila, lo llamaban con frecuencia para escucharlo hablar de su fe, el texto no indica que se hayan convertido.

Pablo ante el gobernador Porcio Festo (Hechos 24:27–25:12):
Después de dos años, un nuevo gobernador llamado Porcio Festo reemplazó a Félix. Festo era más eficiente y buscaba conocer la verdad de las acusaciones. Rápidamente se dio cuenta de que los judíos no tenían pruebas contra Pablo.

En lugar de esperar la decisión de Festo, Pablo hizo algo extraordinario: usó su derecho como ciudadano romano para apelar al César. Una vez que un ciudadano romano apelaba al tribunal más alto, Festo estaba obligado a enviarlo a Roma.

Pablo ante el rey Agripa, altos oficiales y hombres importantes de la ciudad (Hechos 25:13–26:32):
Mientras Festo reflexionaba sobre esta situación, el rey Agripa (rey designado por Roma para los judíos) y su esposa Berenice vinieron a Cesarea para saludar al nuevo gobernador. Festo les contó sobre Pablo, y Agripa se interesó en conocerlo. Festo organizó una reunión formal con Agripa, oficiales de alto rango y hombres importantes de la ciudad.

Durante esta reunión, llevaron a Pablo ante todos. Pablo no desperdició la oportunidad y compartió su testimonio. Habló sobre su educación, su estricto cumplimiento de la ley judía y su campaña contra los cristianos, hasta que tuvo un encuentro con Jesús. Explicó en detalle lo que Jesús le había dicho que hiciera (ver Pablo se convierte en cristiano).

Agripa y los demás quedaron impresionados, pero no hay señales de que alguien del grupo se haya convertido.

El rey Agripa le dijo a Pablo: —¿Crees que tan fácilmente puedes convencerme de ser cristiano? 

Pablo le dijo: —No importa si es fácil o no, pero yo le pido a Dios que no sólo usted, sino todos los que me están escuchando puedan ser como yo, pero sin estas cadenas. Hechos 26:28–29, PDT

Agripa le dijo a Festo que Pablo podría haber sido liberado si no hubiera apelado al César. Estaba de acuerdo en que ahora Festo debía enviar a Pablo a Roma.

Cómo introducir la historia:

“Vamos a jugar un juego. Imaginemos que todos los que tienen las letras ‘A, E, I, O o U’ en su nombre tienen una enfermedad llamada ENFERMEDAD DE NARIZ. Esta enfermedad imaginaria te hará crecer una nariz extra esta noche mientras duermes. ¡Eso sería terrible! ¿Quién quiere una nariz extra?

Imaginemos que yo sé unas palabras especiales para hacer desaparecer la Enfermedad de Nariz. ¿Quisieras que te las diga? ¡Claro que sí! Estarías triste si yo supiera las palabras pero me negara a decírtelas. ¿Quién quiere escuchar las palabras mágicas?”
(Puedes susurrar algo como “nariz, nariz, vuela ya” al oído de cada niño.)

¿Sabías que Pablo tenía algo muy especial que quería decirle a la gente? Algo que podía salvarlos de algo mucho peor que la Enfermedad de Nariz. Pablo quería contarles a todos sobre Jesús, porque Jesús podía salvar a todos del pecado. Hoy aprenderemos cómo Pablo habló acerca de Jesús, ¡incluso cuando estaba en un juicio en la corte!

La historia:

Pablo amaba a Dios. Era un misionero que viajó a muchos lugares contando a las personas acerca de Jesús. También era un hombre educado y ciudadano romano.

Ser ciudadano romano significaba que Pablo tenía derechos especiales. Los ciudadanos romanos no podían ser encarcelados a menos que alguien pudiera probar que eran culpables. Un ciudadano romano tenía derecho a un juicio en un tribunal.

El sumo sacerdote y otros líderes judíos de Jerusalén acusaron a Pablo de causar problemas. Dijeron mentiras y afirmaron que Pablo había faltado el respeto al templo de Dios y que estaba tratando de causar disturbios. Incluso querían que fuera condenado a muerte.

Pero, como Pablo era ciudadano romano, tenía derecho a comparecer ante un funcionario romano en un tribunal. Un funcionario romano podía escuchar todas las pruebas y decidir si las acusaciones eran justas y verdaderas.

Así que Pablo fue llevado a la ciudad romana de Cesarea para ser juzgado ante el gobernador romano, Félix. Los líderes judíos que acusaban a Pablo trajeron con ellos a un abogado llamado Tértulo. El abogado intentó convencer al gobernador de que Pablo merecía ser castigado.

Cuando a Pablo se le permitió hablar con el gobernador, le dijo a Félix que no era un alborotador. Pablo explicó que había estado en el templo, pero que lo había hecho con respeto. Dijo que adoraba a Dios pero que seguía el camino de Jesús.

Pablo dijo que las personas estaban haciendo acusaciones falsas contra él y que si Félix investigaba podía comprobar los hechos.

Félix, el gobernador, escuchó atentamente a ambas partes, pero no pudo decidir quién decía la verdad. No quiso tomar una decisión todavía. Tal vez todos debían esperar hasta que el comandante romano llegara desde Jerusalén para ver lo que pensaba él.

Así que Félix decidió que Pablo debía quedarse en prisión en Cesarea hasta que llegara el comandante romano.

Pablo fue encarcelado en un lugar conocido como el Palacio de Herodes. Félix le permitió cierta libertad y permitió que los amigos de Pablo lo atendieran. Félix y su esposa, Drusila, también invitaban a Pablo a hablar con ellos sobre la fe en Jesucristo.

Pero Félix no quería seguir a Jesús. Parte de la razón por la que seguía escuchando a Pablo era porque esperaba que le diera un soborno para salir de la cárcel. Pero Pablo no ofreció soborno. Permaneció en prisión durante dos años, esperando un juicio justo.

Después de dos años, un nuevo gobernador reemplazó a Félix. El nuevo gobernador se llamaba Festo.

Una vez más, los judíos de Jerusalén hicieron acusaciones contra Pablo. Le dijeron al gobernador Festo que debía enviar a Pablo de regreso a Jerusalén. Dijeron que era para tener otro juicio, pero era una trampa. Ir a Jerusalén sería muy peligroso para Pablo. Si regresaba, los judíos lo matarían.

El gobernador Festo convocó a todos para un nuevo juicio. Le pidió a Pablo que contara su versión. Después de escuchar, Festo supo que los judíos no tenían pruebas suficientes contra Pablo. No sería justo decir que Pablo era culpable.

Sin embargo, los líderes judíos eran muy poderosos, y Festo no quería tomar una decisión que los hiciera enojar. Le preguntó a Pablo si quería regresar a Jerusalén y dejar que los líderes judíos decidieran. Pablo sabía que probablemente lo matarían si regresaba a Jerusalén, así que no quiso ir.

Entonces Pablo dijo algo que nadie esperaba. Apeló a una ley que ni siquiera el gobernador Festo podía romper.

Pablo dijo: —Soy ciudadano romano y tengo derecho a apelar ante el tribunal más alto del Imperio Romano. Si este tribunal romano no puede decidir, —dijo Pablo, —entonces, como ciudadano romano, apelo al tribunal más alto. Quiero viajar a la ciudad capital, Roma, y comparecer ante el emperador César.

El gobernador Festo debió haberse sorprendido mucho al escuchar eso. Pero Pablo tenía razón. El gobernador no podía decir “no.” Si un ciudadano romano quería ir a Roma y comparecer ante el tribunal más alto del imperio, el gobernador tenía que enviar al prisionero allí. Así que Festo le dijo a Pablo y a todos en el tribunal que Pablo iría a Roma tan pronto como se pudiera organizar el viaje.

El gobernador Festo y todos los judíos estaban sorprendidos de que Pablo quisiera hacer el largo y peligroso viaje a Roma. Pero Pablo no estaba preocupado. Él sabía algo que los demás no sabían.

Dos años antes, un visitante muy especial vino a él durante la noche, cuando Pablo estaba preso en Jerusalén. Este era el visitante más especial que alguien podría tener. Cuando Pablo estaba asustado y triste, JESÚS se le apareció en la prisión. Jesús se paró junto a él y le dijo:
«¡Sé valiente! Tú has dado testimonio acerca de mí en Jerusalén y tendrás que ir también a Roma a hacer lo mismo». (Hechos 23:11)

Por esta razón, Pablo estaba seguro de que estaría a salvo. Sabía que Dios quería que hablara de Jesús en Roma, y Dios lo cuidaría y lo llevaría a salvo hasta allá.

Mientras el prisionero Pablo esperaba por el barco que lo llevaría a Roma, el gobernador Festo recibió la visita del rey Agripa y su esposa Berenice. El rey Agripa no tenía mucho poder, pero era respetado como rey de los judíos.

Cuando el rey Agripa oyó que los judíos de Jerusalén estaban enojados con Pablo, pidió escucharlo. Así que el gobernador Festo reunió a los líderes de la ciudad y al rey Agripa en una gran e importante reunión. La reunión fue muy formal, con muchas ceremonias y seguramente muchos discursos. Pablo fue llamado para hablar ante todas esas personas importantes.

¿Y qué crees que hizo Pablo? ¿Les rogó que lo dejaran libre? No, ¡Pablo usó esa oportunidad para hablarles de Jesús!

Pablo le contó al rey Agripa cómo su vida había cambiado años antes, cuando conoció a Jesús. Explicó que antes él pensaba igual que los otros líderes judíos. También creía que los seguidores de Jesús eran problemáticos. Pero ahora sabía la verdad. Jesús se le había aparecido en una visión. Desde entonces, lo seguía y siempre trataba de hablar de Jesús a los demás.

Pablo dijo que Dios quería que todos escucharan acerca del Rey Jesús. Por eso los judíos querían matarlo. Cuando dijo eso, el gobernador Festo lo interrumpió y le dijo: «—¡Estás loco, Pablo! Te volviste loco de tanto estudiar.»

Pero Pablo no estaba loco. Solo quería que todos conocieran a Jesús y supieran que Él podía perdonar sus pecados.

Pablo no tuvo miedo de hablarles a todos, incluso a gobernadores y reyes, sobre Jesús. Delante de toda esa gente importante, Pablo le dijo al rey Agripa que también debía seguir a Jesús.

Pero tristemente, el rey Agripa no quiso seguir a Jesús.

Después de dejar a Pablo, el rey Agripa le dijo al gobernador Festo que Pablo no había hecho nada que mereciera la muerte. De hecho, debería haber sido liberado.

Pero todos sabían que había una ley que no se podía romper. Pablo había apelado al tribunal del César en Roma. Nadie tenía otra opción. Pablo iría a Roma.

Formas de contar la historia:

Esta historia se puede contar usando varios métodos. Siempre mantente fiel a los hechos encontrados en la Biblia, pero ayuda a los niños a conectar con su significado usando drama, ayudas visuales, inflexión de voz, participación grupal o emoción.

Cada maestra es única, así que solo usa las ilustraciones que mejor se relacionen con la forma en que TÚ cuentas la historia en ESTA lección. Demasiadas ilustraciones pueden ser confusas, así que elimina cualquier que abarque otras historias o detalles que no desees destacar en esta lección.

Más formas de contar la historia

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Preguntas de repaso y reflexión:

Las preguntas de repaso ayudan a los niños a recordar y conocer los hechos de una historia, mientras que las preguntas de reflexión les animan a internalizar su significado e implicaciones para sus vidas. Hacer al menos una de cada tipo de pregunta puede ayudar a fortalecer el desarrollo espiritual de un niño y ayudarle a conectarse con Dios.

Haz clic aquí para aprender más sobre preguntas de repaso y reflexión.

Repaso:

  • ¿Cómo se llamaba la ciudad donde Pablo pasó tres años compareciendo ante los gobernadores Félix, Festo y el rey Agripa, esperando un juicio? (Cesarea)
  • Debido a que Pablo tuvo que esperar dos años, ¿qué oportunidad tuvo? (Compartir el evangelio con muchas personas, incluso con importantes líderes romanos)
  • ¿Los gobernadores y el rey a quienes Pablo habló se hicieron cristianos? (No que sepamos)
  • ¿Qué pensaba Pablo que sucedería si regresaba a Jerusalén? (Que los judíos lo matarían)
  • ¿Qué le había dicho Jesús a Pablo que sucedería en Roma? (Que debía compartir el evangelio en Roma)
  • ¿A dónde apeló Pablo, y para ver a quién? (A Roma, para ver al emperador César)
  • ¿Qué sucedería con Pablo en Roma? (El emperador escucharía su caso y decidiría si era culpable o inocente)
  • ¿Quién puede contarles a otros acerca de Jesús? (¡Yo!)
  • ¿Qué te muestra esta historia acerca de Dios (Padre, Hijo o Espíritu Santo)?
  • ¿Qué te muestra esta historia acerca de las personas?

Reflexión:

  • ¿Cómo crees que se sintió Pablo al estar en juicio, compartiendo su historia y su fe?
  • ¿Cómo crees que se sintió Pablo al quedarse en Cesarea durante dos años? ¿Cómo te sentirías tú si tuvieras que esperar en la cárcel por dos años?
  • ¿Por qué Dios a veces nos pide que esperemos por cosas que nos ha prometido?
  • El gobernador romano permitió que los amigos o familiares de Pablo lo visitaran. ¿Qué crees que hacían o de qué hablaban juntos? ¿Quién crees que fue a verlo?
  • ¿Crees que Pablo tenía miedo del Sanedrín o de los líderes romanos? ¿Por qué sí o por qué no?
  • Cuando piensas en compartir a Jesús con otras personas, ¿cómo te sientes? ¿Qué preguntas tienes?
  • ¿Cuál es la buena noticia sobre Jesús? ¿Qué quisieras que todos supieran acerca de Jesús?
  • ¿Hablas de Jesús o de Dios con tus amigos o maestros? (Sugerencia: Ora con los niños y pídeles que le pidan a Dios que les muestre a alguien con quien puedan hablar acerca de Dios o Jesús).
  • ¿Cuál es una cosa que podrías decirle esta semana a alguien que no cree en Dios o Jesús? (Ejemplo: Jesús te ama, Dios te creó y te ama, Nunca estás solo porque Dios está contigo, etc.)
  • ¿Qué es algo que te da curiosidad en esta historia?
  • ¿Qué pregunta tienes para Dios sobre esta historia?

Oración

Es importante guiar a los niños en el aprendizaje de cómo orar. A través de la oración, los niños pueden conectarse con Dios y aprender que Él los escucha y responde. Dios puede convertirse en un amigo de por vida que está con ellos en cada momento de sus vidas. Intenta utilizar una variedad de métodos de oración de vez en cuando, para que los niños aprendan a conectarse con Dios de diferentes maneras. Recuerda que puedes orar en cualquier momento durante tu lección. Se puede encontrar una variedad de métodos de oración aquí.

Actividades y manualidades:

Actividades:

  • Hablen sobre maneras de contarle a otros acerca de Jesús (hoy enfóquense en formas verbales. En la lección Los últimos días y cartas de Pablo, se hablará de métodos escritos como cursos por correspondencia).
  • Hagan una lista de cosas sobre Jesús que conocemos y que podemos compartir (Jesús sanó a un ciego, Jesús murió en la cruz, Jesús resucitó, Jesús nos ama, etc.)
  • Inviten a alguien a compartir cómo ha hablado de Jesús con otros.
  • Proporcionen enlaces a recursos en línea para que los niños mayores puedan investigar sobre el lugar “Cesarea Marítima” y luego compartan con el grupo. Algunos recursos útiles son:
  • Para repasar, tú o los niños pueden dibujar un contorno grande de Pablo en una pizarra o papel (o incluso en la arena si están al aire libre). Luego de enseñar la lección, pídele a los niños que piensen en lo que aprendieron de la Biblia. Que escriban palabras descriptivas o dibujen imágenes dentro y alrededor del contorno de Pablo. Esto también da oportunidad para corregir o complementar algo que no se haya cubierto bien durante la enseñanza.
  • Si prefieres, puedes descargar e imprimir la ilustración de Pablo que se proporciona aquí y pedir a los niños que escriban y dibujen sobre ella como repaso.
  • Alternativamente, si estás enseñando una serie de lecciones sobre Pablo, puedes dibujar un contorno de su figura en un cartel grande y añadir palabras descriptivas sobre él cada vez que estudien una nueva lección.

Manualidades:

  • Guía a los niños a dibujar una imagen de ellos mismos delante de un grupo de personas. Específicamente, pueden nombrar al grupo (amigos de la escuela, equipo deportivo, etc.). Luego, pueden agregar burbujas de diálogo o nubes de pensamiento con cosas piadosas que podrían decir o pensar para interactuar con ese grupo.
  • Haz un mapa en relieve de los viajes de Pablo que incluya el lugar de la historia de hoy. Si estás estudiando los viajes de Pablo en varias lecciones, puedes añadir más detalles al mapa en cada una. Consulta la visión general del Libro de los Hechos.

Otros recursos en línea:

Esta lección en inglés: Paul on Trial

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