Versículo para memorizar: Si alguien está en problemas, que ore a Dios. Si alguien está feliz, que cante alabanzas. Santiago 5:13, PDT

Resumen de la historia:

Ezequías (el decimotercer rey de Judá) acababa de comenzar a gobernar. Fue un buen rey y restauró la verdadera adoración entre su pueblo. El rey asirio, Senaquerib, atacó a Judá. Se burló de Dios y del rey Ezequías. Ezequías oró pidiendo la protección de Dios. Isaías, el profeta, le dijo a Ezequías que el Señor respondería su oración, y, tal como Isaías profetizó, Senaquerib fue derrotado. El ángel de la muerte destruyó su ejército, y finalmente fue asesinado por sus propios hijos.

Material de trasfondo:

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Los reyes de Israel seguían yendo y viniendo sobre el trono. Eliseo murió durante el reinado de Joás (2 Reyes 13:20). El rey Joás atacó Jerusalén y saqueó el templo (2 Reyes 14:11-14). El rey Zacarías (no el profeta) fue asesinado y reemplazado por Salún, quien a su vez fue asesinado por Manajem. Su oficial principal, Pecaj, asesinó a Pecajías. Pecaj sitió Jerusalén. Finalmente, durante el reinado de Oseas, Israel fue llevado cautivo por el rey de Asiria. 2 Reyes 17:7-23 explica cómo el pecado de Israel llevó a su destrucción.

El reino de Judá tenía sus propios problemas, pero al menos tuvo algunos reyes que siguieron al Señor. Ezequías tuvo un trabajo difícil cuando se convirtió en rey. Su padre, Acaz, había sido débil y malvado, guiando al pueblo a adorar ídolos en lugar del verdadero Dios (2 Reyes 16:2-4).

Acaz y el ejército de Judá habían sido demasiado débiles y cobardes para defender su país por sí solos, y Dios no ayudaría a personas malvadas a derrotar a sus enemigos. Las naciones vecinas comenzaron a robar partes de Judá (2 Crónicas 28:17-19). En lugar de hacer lo correcto y confiar en Dios, el rey Acaz envió mucho dinero al rey de Asiria y le pidió ayuda. Acaz tuvo que pagar dinero al rey asirio año tras año (2 Reyes 16:7-9). Cuando Acaz murió, su hijo Ezequías se convirtió en rey de un país débil y malvado que debía enviar dinero a Asiria.

Ezequías, uno de los reyes más piadosos de Judá (2 Reyes 18:5-7), reinó desde aproximadamente el 715 a.C. hasta el 686 a.C. Algunos consejeros querían que se aliara con Egipto o Asiria, las dos grandes potencias de esa época. Pero el profeta Isaías lo animó a mantenerse completamente alejado de alianzas extranjeras. 2 Crónicas 29-32:23 e Isaías 36-37 son pasajes paralelos que puedes leer sobre Ezequías. Ezequías eliminó la adoración de ídolos en Judá.

Senaquerib tenía un ejército enorme. Ya había tomado algunas ciudades de Judá, pero quería conquistar Jerusalén. Ezequías trató de proteger la ciudad lo mejor que pudo, pero la situación era desesperada.

Senaquerib utilizó la guerra psicológica contra el pueblo de Judá. Se burló de los soldados y les dijo que Ezequías no podría ayudarlos. Se mofó de Dios y les recordó a los judíos acerca de los otros dioses que no habían podido proteger a las naciones que Asiria había conquistado.

Ezequías acudió al Señor en oración. Confiaba en que el Señor salvaría a Judá. Isaías era el profeta de Dios en Jerusalén en ese momento. El Señor reveló su respuesta a través del profeta Isaías. Por eso, este evento también está registrado en el libro de Isaías.

Dios envió a su ángel de la muerte contra los asirios, y 185,000 de ellos murieron (2 Reyes 19:35-36). Senaquerib se retiró a Nínive, pero terminó siendo asesinado por sus propios hijos.

Cómo introducir la historia:

Pregunta a los niños cuándo han sentido más miedo. Tal vez puedas compartir algunas de tus propias experiencias. Habla sobre lo que cada uno hizo en esas situaciones. Luego, introduce la idea de la oración: “Podemos orar a Dios cuando tenemos miedo, y Él nos ayudará. Eso fue lo que sucedió en la historia de hoy. El rey Ezequías estaba muy asustado, así que oró a Dios.”

La historia:

Cuando Ezequías se convirtió en rey de Judá, tenía mucho trabajo por hacer. Ezequías no quería ser un mal rey como su padre. Cuando el padre de Ezequías era rey, permitió que el pueblo construyera ídolos y adorara a dioses falsos. Incluso habían comenzado a adorar a la serpiente de bronce sobre un asta que Moisés había hecho años atrás cuando el pueblo de Dios estaba en el desierto.

Ezequías amaba a Dios y quería obedecerle. Quería que todos en Judá siguieran a Dios, así que destruyó todos los ídolos. Rompió la serpiente de bronce en pedazos para que el pueblo no pudiera adorarla.

El país de Judá tenía enemigos. El rey Senaquerib de Asiria atacó Jerusalén, la ciudad donde vivía el rey, y el pueblo se asustó. Sabían que el rey Senaquerib era un rey poderoso. Poco tiempo antes, había atacado el país de Israel y se había llevado a todas las personas como esclavas a Asiria.

El rey Ezequías tenía miedo, pero sabía que Dios cuidaría de su pueblo. Ezequías tuvo una idea. Tomó dinero del tesoro y lo envió al rey Senaquerib. Incluso envió algunos de los tesoros del templo. Ezequías pensó que esto mantendría al rey Senaquerib a la distancia.

Era un buen plan, pero no funcionó. El ejército asirio volvió a atacar Jerusalén. Los asirios se detuvieron fuera de la ciudad y hablaron con las personas que esperaban en la muralla de la ciudad.

– ¡Tu rey Ezequías es tonto si piensa que Judá puede enfrentarse a la poderosa nación de Asiria! No escuchen a su rey. Vengan y únanse a nuestro lado.

 El pueblo estaba asustado, pero no se pasó al lado enemigo. Sabían que el rey Ezequías estaba haciendo todo lo posible para cuidar de ellos.

El rey Ezequías oró al Señor y pidió Su ayuda. Envió hombres al profeta Isaías para pedir ayuda. Isaías era un hombre bueno que siempre trataba de ayudar al pueblo. Siempre predicaba mensajes del Señor. Uno de los mensajes más importantes que Isaías predicó fue que algún día vendría un Mesías para salvar a todo el pueblo de Dios. Nadie lo sabía en ese momento, pero Isaías estaba hablando del tiempo en que Jesús vendría a salvar al mundo del pecado.

Esta vez, Isaías tenía un mensaje para el rey Ezequías. Isaías envió a los mensajeros de regreso con este mensaje: -No te preocupes, Ezequías, los asirios volverán a casa.

Ezequías se sintió mejor. Aunque la situación se veía mal, sabía que Isaías era un profeta del Señor. Si Isaías decía que los asirios se irían a casa, entonces así sería.

¡Pero los asirios aún no se iban a casa! Ezequías recibió una carta de los mensajeros del rey Senaquerib en la que decía que Asiria no dejaría de atacar Jerusalén.

Ezequías fue al templo para orar nuevamente. Si Isaías había dicho que los asirios se debían irse, ¿por qué seguían allí? Ezequías oró y oró.

Finalmente, Ezequías recibió otro mensaje del profeta Isaías: -No te preocupes, Ezequías. El Señor te protegerá. El rey Senaquerib no entrará en esta ciudad. El Señor defenderá Jerusalén. Como dijo antes, ¡los asirios se irán a casa!

Esta vez, Ezequías sabía que el Señor había escuchado su oración. Dios sabía que Judá estaba en problemas y que iba a ayudar a su pueblo.

¡Durante la noche sucedió algo increíble! El ángel de la muerte mató a 185,000 soldados asirios. ¡El rey Senaquerib no lo podía creer! Rápidamente se retiró y llevó a su ejército de regreso a la ciudad asiria de Nínive. Poco tiempo después, Senaquerib fue asesinado por dos de sus propios hijos.

Todo sucedió tal como el profeta Isaías había dicho. Dios protegió a su pueblo. El ejército asirio dejó Jerusalén.

Oración

Es importante guiar a los niños en el aprendizaje de cómo orar. A través de la oración, los niños pueden conectarse con Dios y aprender que Él los escucha y responde. Dios puede convertirse en un amigo de por vida que está con ellos en cada momento de sus vidas. Intenta utilizar una variedad de métodos de oración de vez en cuando, para que los niños aprendan a conectarse con Dios de diferentes maneras. Recuerda que puedes orar en cualquier momento durante tu lección. Se puede encontrar una variedad de métodos de oración aquí.

Sugerencias de canciones:

Consulta la página de canciones en este sitio web.

• Dios nos escucha cuando oramos
• La Biblia
• Libros del Antiguo Testamento
• Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
• Lee la Biblia y ora cada día

Actividades y manualidades:

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Otros recursos en línea:

Esta lección en inglés: Isaiah Helps King Hezekiah Pray