
Referencia bíblica: Génesis 25:19-34; 27:1-28 y 28:1-5
Énfasis o Tema sugerido: El engaño es incorrecto y lleva al dolor y la ira.
Versículo para memorizar: «Así que dejen las mentiras y «díganse siempre la verdad unos a otros» porque todos formamos parte del mismo cuerpo.» Efesios 4:25, PDT
Resumen de la historia:
Esaú y Jacob eran los hijos mellizos de Isaac y Rebeca. Esaú debería haber heredado las responsabilidades y bendiciones que conlleva ser el hijo mayor, pero vendió imprudentemente su primogenitura a su hermano menor por un plato de guiso. Más tarde, en un acto elaborado de engaño, Rebeca y su hijo favorito, Jacob, engañaron al anciano y ciego Isaac. Fue engañado para prometerle a Jacob la bendición familiar. Jacob escapó de la ira de su hermano al viajar a la tierra de los parientes de su madre en la ciudad de Harán.
Material de trasfondo:
Después del esperanzador comienzo del matrimonio de Isaac y Rebeca, es doloroso ver la disfunción que se ha desarrollado en su familia. Después de veinte años de infertilidad, Rebeca quedó embarazada de mellizos. Incluso mientras estaba embarazada, Rebeca podía sentir a los mellizos peleando dentro de su vientre. Rebeca le preguntó a Dios sobre esto.
"El SEÑOR le respondió: «Tienes a dos naciones dentro de tu vientre. Van a nacer de ti los líderes de dos familias y serán separados. Uno de tus hijos será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor»." Génesis 25:23 PDT
Como el mayor, se esperaba que Esaú recibiera la «primogenitura«. Esto era el reconocimiento de la posición principal en la familia y la herencia de una porción doble de todo lo que poseía el padre. El incidente en el que Esaú vende imprudentemente la primogenitura a Jacob por un guiso revela que Esaú no tomaba en serio esta bendición y que Jacob había puesto su ojo en ella.
La bendición familiar era más personal que la primogenitura. Transmitir esta bendición daría propósito, honor y dirección para el futuro de la familia. Años antes, Dios había prometido bendecir a Abraham y, en consecuencia, al mundo a través de sus descendientes (Génesis 12:1-3). Isaac había recibido una bendición de Dios (Génesis 23-24).
Isaac era viejo y ciego cuando decidió que era hora de pasar la bendición familiar a Esaú. El favoritismo que él y Rebeca habían mostrado a sus hijos (Génesis 26:27-28) había creado un ambiente donde la mentira y el engaño se habían vuelto aceptables. Los rasgos personales de cada miembro de la familia se hicieron evidentes a medida que se desarrollaban los eventos.
Isaac:
Anteriormente en su vida, era evidente que él mismo no estaba por encima del engaño. Le mintió al rey filisteo Abimelec para protegerse (Génesis 26:6-10). Había mostrado favoritismo en su relación con sus propios hijos. Él y Esaú particularmente se unieron por la caza y el aire libre, e Isaac quería que esto fuera parte de la celebración de pasar la bendición.
Rebeca:
Al igual que su esposo, favorecía a un hijo sobre el otro. Ella era controladora y conspiró en contra de tanto su esposo como su hijo mayor para que Jacob recibiera la bendición en lugar de Esaú.
Esaú:
Su despreocupación anterior hacia su primogenitura y sus malas decisiones en cuanto a mujeres (Génesis 26:34-35) muestran que era un hombre bastante superficial sin un verdadero sentido de sí mismo.
Jacob:
Siempre dispuesto a tramar para conseguir lo que quería, Jacob parecía débil y carente de carácter moral. Cuando su madre ideó el plan para engañar a Isaac, la primera preocupación de Jacob fue cómo podría funcionar el plan, en lugar de alarmarse por el hecho de que la idea básica de mentir y engañar a su padre era moralmente incorrecta.
(Génesis 27:41-28:5) Rebeca, como la maquinadora que era, protegió a su hijo favorito de la ira de su hermano mayor. Manipuló la situación para que Isaac enviara a Jacob de regreso a Harán y a la familia de Rebeca.
Jacob recibió la bendición de Isaac. El evento entero mostró cómo Dios trabaja sus planes a través de todo tipo de personas. Permitió que esta familia siguiera sus deseos egoístas porque siempre había tenido la intención de que Jacob recibiera la bendición. Parece que Dios conocía el potencial de Esaú y el potencial de Jacob y sabía cuál de ellos sería más adecuado para la difícil tarea de guiar a las próximas generaciones hacia el futuro. Jacob continuará aprendiendo muchas lecciones difíciles y dolorosas en la vida, pero Dios trabajará con él y en él para convertirlo en el hombre que debería ser.
Cómo introducir la historia:
Deja que los niños tomen turnos siendo vendados. En cada ronda, un niño vendado debe sentarse en una silla. Los otros niños pueden turnarse para pararse frente a la persona vendada y extender una mano. La persona vendada tiene que adivinar quién es al tocar su mano. Podrías cambiar cada ronda y hacer que la persona vendada adivine identidades sintiendo un codo, rodilla, pie, etc. «En la historia de hoy, un hombre ciego intentó reconocer a su hijo al tocar su mano.»
La historia:
Dios le prometió a Abraham y luego a su hijo Isaac que de ellos surgiría una gran nación. Tendrían muchos descendientes.
Isaac y Rebeca estuvieron casados durante veinte años antes de tener hijos. Finalmente, Rebeca quedó embarazada. ¿Y adivina qué? ¡Iba a tener mellizos!
Pero había un problema. Rebeca podía sentir que los mellizos peleaban dentro de ella. Esto le preocupa, así que le preguntó a Dios sobre esto y él respondió:
Tienes a dos naciones dentro de tu vientre. Van a nacer de ti los líderes de dos familias y serán separados. Uno de tus hijos será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor. Génesis 25:23 PDT
Cuando nacieron los mellizos, eran muy diferentes el uno del otro. El primer niño era rojo y peludo cuando nació, y lo llamaron Esaú. Isaac prefería a Esaú.
El segundo niño nació justo después del primero (estaba sosteniendo el talón de su hermano cuando nació) y sus padres lo llamaron Jacob. La piel de Jacob era muy suave y lisa. Rebeca prefería a Jacob.
Los padres deberían amar a cada uno de sus hijos y no tener favoritos. Pero Isaac y Rebeca no eran buenos padres en este aspecto. A medida que crecía, a Esaú le encantaba estar afuera y era un muy buen cazador. A Isaac le gustaba comer la sabrosa carne de los animales que Esaú cazaba. Esaú era el hijo favorito de Isaac.
Jacob era más tranquilo y disfrutaba de trabajar en el hogar. Su madre, Rebeca, lo amaba más que a su hermano.
Un día, Jacob estaba en casa cocinando un guiso. Esaú había estado de caza y cuando regresó, tenía mucha hambre.
Jacob, dame un poco de ese guiso rojo, rogó Esaú. –¡Estoy muerto de hambre!
No, a menos que me vendas tu primogenitura,»dijo Jacob.
¿Primogenitura? Si muero, mi primogenitura no me servirá de nada, dijo Esaú. ¡Y estoy a punto de morir! Claro, te daré mi primogenitura si me das un poco de guiso.
Así que después de que Esaú prometió vender su primogenitura a Jacob, Jacob le trajo guiso de frijoles, pan y algo de beber. Esaú pensó que había hecho un buen trato, pero en realidad Jacob consiguió la mejor parte. Jacob había jugado una mala pasada a su hermano.
Como el mayor, Esaú habría recibido un trato especial cuando su padre muriera. Tener la primogenitura era un privilegio y un deber muy especial. Estaría a cargo de muchas cosas. Pero Esaú no se tomó esto en serio. Renunció a todo eso por un poco de guiso.
Esaú había cedido a su primogenitura a su hermano menor, pero había algo más que era muy especial en la familia. El padre daría una bendición especial a su hijo. En la bendición, el padre diría quién recibiría el mayor respeto y quién sería el líder de la familia. Daría buenos deseos de riqueza, poder y seguridad para el futuro de su hijo.
Cuando Isaac era muy viejo, llamó a Esaú, su hijo mayor y favorito, y le dijo: Voy a darte la bendición familiar especial hoy. Ve y caza algún animal salvaje para cocinar la sabrosa comida que tú y yo disfrutamos. Comeremos juntos y luego te bendeciré. Así que Esaú se fue a cazar.
Pero alguien más escuchó lo que Isaac estaba diciendo. ¿Recuerdas cómo dijimos que Esaú era el hijo favorito de Isaac y Jacob el hijo favorito de Rebeca? Bueno, Rebeca no quería que Esaú recibiera la bendición. Ella quería que su hijo favorito, Jacob, recibiera la bendición en lugar de Esaú. Rebeca decidió engañar a su esposo.
Llamó a Jacob para que hicieran un plan juntos. Jacob debería haber detenido a su madre, pero siguió el plan. Rebeca le dijo a Jacob que engañarían a Isaac. Necesitaban hacerle creer que Jacob era Esaú para que le diera la bendición en lugar de darlo a su hermano.
Así es como funcionaría el plan. Primero, le dijo a Jacob que fuera a matar dos cabritos para que ella pudiera prepararlos exactamente como a Isaac le gustaba. Isaac comería los cabritos y pensaría que eran el animal salvaje que Esaú había cazado.
Luego, tenían que hacer que la piel suave de Jacob se sintiera como la de su hermano peludo. Rebeca puso pieles de cabra en los brazos y el cuello de Jacob para que Isaac los sintiera y pensara que eran las manos peludas de Esaú. También le puso la ropa de Esaú a Jacob. Todo esto debería engañar a Isaac porque Isaac era viejo y ciego.
Entonces, cuando Jacob entró en la tienda de su padre, su padre no podía ver que era Jacob. No estaba seguro, así que pidió tocar las manos de Jacob. Cuando sintió la piel de cabra, pensó que eran las manos peludas de Esaú. Cuando probó la carne de cabra, pensó que era la de un animal salvaje que Esaú había cazado. Cuando olió la ropa de Esaú en Jacob, realmente pensó que era su hijo mayor. ¡Isaac había sido engañado!
Así que Isaac le dio la bendición a Jacob. Esto era tan importante que no se podía retirar una vez que se había hablado la bendición. En su bendición, dijo:
Que pueblos te sirvan, y naciones se inclinen ante ti.
Que tú gobiernes sobre tus hermanos, y los hijos de tu mamá se arrodillen ante ti.
Que quienes te maldigan, sean malditos, y quienes te bendigan, sean benditos. Génesis 27:29 PDT
Isaac acababa de terminar de dar su bendición a Jacob cuando Esaú llegó de caza. Preparó comida sabrosa tal como su padre le había pedido y se la llevó a su padre para que pudiera recibir la bendición.
¿Quién eres tú? preguntó su padre.
Entonces se dio cuenta de que había sido engañado. –Alguien más ya ha cazado un animal y me lo ha traído. Lo bendije y la bendición no se puede cambiar. Isaac estaba muy triste y enojado. Su propio hijo lo había engañado.
Esaú se enfureció y rogó a su padre que lo bendijera también. –Jacob me engañó dos veces, clamó Esaú. –Primero tomó mi primogenitura y ahora ha tomado mi bendición. Esaú estaba tan enojado que decidió matar a Jacob una vez que su padre muriera.
Cuando Rebeca se enteró de los planes de Esaú, envió a Jacob a quedarse con su hermano Labán hasta que Esaú se calmara. Le dijo a Isaac que Jacob podría encontrar una esposa allí.
Todos en la familia estaban heridos cuando Rebeca y Jacob decidieron mentir y engañar a Isaac. La mentira se llama “engañar» y la Biblia dice esto sobre la mentira:
Entonces, no hagan ningún mal: no digan mentiras, no sean hipócritas, no sean envidiosos ni se maldigan unos a otros. 1 Pedro 2:1 PDT
Formas de contar la historia:
Esta historia se puede contar usando varios métodos. Siempre mantente fiel a los hechos encontrados en la Biblia, pero ayuda a los niños a conectar con su significado usando drama, ayudas visuales, inflexión de voz, participación grupal o emoción.
Cada maestra es única, así que solo usa las ilustraciones que mejor se relacionen con la forma en que TÚ cuentas la historia en ESTA lección. Demasiadas ilustraciones pueden ser confusas, así que elimina cualquier que abarque otras historias o detalles que no desees destacar en esta lección.
Preguntas de repaso y reflexión:
Las preguntas de repaso ayudan a los niños a recordar y conocer los hechos de una historia, mientras que las preguntas de reflexión los animan a internalizar su significado e implicaciones para sus vidas. Hacer al menos una de cada tipo de pregunta puede ayudar a fortalecer el desarrollo espiritual de un niño y ayudarle a conectarse con Dios.
Haz clic aquí para aprender más sobre preguntas de repaso y reflexión.
Repaso:
- ¿Quiénes eran los hijos de Isaac y Rebeca? (Esaú y Jacob)
- ¿En qué se diferenciaban Esaú y Jacob? (Esaú era el mayor, peludo, le gustaba el aire libre y era el favorito de su padre. Jacob era el gemelo menor, le gustaba estar en casa y era el favorito de su madre)
- ¿Por qué cosa cambió Esaú su primogenitura? (Un plato de guiso)
- ¿A cuál hermano se suponía que iba la bendición familiar? (A Esaú)
- ¿Cómo engañaron Rebeca y Jacob a Isaac para que le diera la bendición a Jacob? (Cocinaron carne de cabra para darle sabor a carne de caza, ataron pieles de cabra a los brazos y cuello de Jacob para que pareciera la piel peluda de Esaú y le pusieron la ropa de Esaú a Jacob. Isaac era ciego y fue engañado para que le diera a Jacob la bendición de Esaú)
- ¿Qué quería hacer Esaú a Jacob cuando se dio cuenta de que Jacob le había robado su bendición y primogenitura? (Quería matarlo)
- ¿Qué aprendiste sobre las personas de esta historia?
- ¿Es ser engañoso una forma piadosa de comportarse?
Reflexión:
- ¿Cómo crees que olía el guiso de Jacob para Esaú?
- ¿Qué tan hambriento tendrías que estar para renunciar a una primogenitura?
- Si fueras Jacob, ¿habrías seguido el plan de Rebeca para engañar a Isaac?
- ¿Crees que serías engañado por la piel de cabra y la carne de cabra si fueras Isaac?
- ¿Cómo crees que se sintió Isaac cuando se dio cuenta de que había sido engañado por Jacob y Rebeca?
- ¿Alguna vez has estado muy enojado como Esaú cuando perdió su primogenitura y bendición?
- Rebeca y Jacob fueron engañosos en esta historia. El engaño es similar al mentir. ¿Cómo crees que se siente Dios cuando somos engañosos o mentimos?
- ¿Qué debemos hacer si somos engañosos o mentimos?
Oración
Es importante guiar a los niños en el aprendizaje de cómo orar. A través de la oración, los niños pueden conectarse con Dios y aprender que Él los escucha y responde. Dios puede convertirse en un amigo de por vida que está con ellos en cada momento de sus vidas. Intenta utilizar una variedad de métodos de oración de vez en cuando, para que los niños aprendan a conectarse con Dios de diferentes maneras. Recuerda que puedes orar en cualquier momento durante tu lección. Se puede encontrar una variedad de métodos de oración aquí.
Sugerencias de canciones:
Actividades y manualidades:
Actividades:
- Habla sobre los mellizos y los gemelos. Los gemelos son idénticos, lo que significa que se ven exactamente iguales. Los mellizos son fraternos, lo que significa que son simplemente hermanos y pueden o no parecerse. Los mellizos pueden incluso ser de sexos diferentes.
- Busca «engaño» en un diccionario y un diccionario de sinónimos. Converse de lo que significa. Habla sobre ejemplos que los niños entiendan.
- Busca versículos bíblicos sobre el engaño. Los niños pueden elegir un versículo para copiar en un cartel. Luego pueden dibujar y decorar el cartel o ilustrarlo con ejemplos. Los versículos podrían incluir:
- Proporciona suministros de cocina y permite que los niños hagan su propio guiso. Puede ser útil comenzar con una mezcla de sopa seca como base y permitir que los niños elijan sus propios ingredientes.
- Escribe los nombres de los personajes principales de la historia de hoy en tiras de papel (o muestra sus imágenes si los niños son muy pequeños para leer). Venda los ojos de un niño. Muestra el nombre de uno de los personajes para que los otros niños sepan quién es. Deja que los niños den pistas a la persona vendada para que pueda adivinar quién es.- Ayuda a los niños a aprender el versículo para memorizar de hoy. Haz clic aquí para ver formas de hacerlo.
Manualidades:
- Escribe los atributos (peludo, menor, cazador, favorito de la madre, etc.) de cada uno de los hermanos en pequeños trozos de papel. Entrega estos papeles a los niños. Dibuja dos figuras en la pizarra. Escribe «Esaú» sobre una y «Jacob» sobre la otra. Pide a los niños que se turnen para escribir los atributos en la figura correcta (o fijarlos en el tablero con uhu-tac o cinta adhesiva).
- Usa la actividad de aprendizaje «Dibujar una idea» para hablar sobre los personajes de esta historia.













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