Resumen
Los niños necesitan moverse. Es poco realista pensar que los niños podrán permanecer completamente quietos durante media hora o más sin un cambio de actividad o algún tipo de movimiento. Cuanto más joven es el niño, más cierto es esto. El movimiento no solamente es saludable, sino que también estimula el cerebro y ayuda a los niños a hacer conexiones más profundas con lo que están aprendiendo. ¡Dios hizo a los niños llenos de energía, así que está bien dejarlos moverse y bailar!
Dios nunca pretendió que los niños aprendieran sobre Él solo en situaciones tipo conferencia. Hace muchos años, cuando los israelitas viajaban hacia la Tierra Prometida, Dios dio estas instrucciones:“Escucha, ¡Israel! El SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR es uno. Por eso ama al SEÑOR tú Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con todas tus fuerzas. Recuerda siempre estos mandamientos que te doy hoy. Enséñaselos a tus hijos y háblales sobre ellos cuando estés en tu casa, cuando camines, cuando te acuestes y cuando te levantes. Escríbelos y átalos en tu brazo como un recordatorio y llévalos como cinta en tu frente. Escríbelos en las puertas de tu casa y a la entrada de tus ciudades.” Deuteronomio 6:4-9 PDT
Actividades Sugeridas:
1. Haz algo diferente para reenfocar
Materiales:
– Los materiales dependerán de la actividad que elijas.
Descripción:
Un simple cambio de ritmo o actividad ayudará a los niños a reenfocarse y puede mejorar su actitud.
- Muévete a otra parte de la habitación para hacer una oración
- Haz que todos se muevan a un asiento diferente para un «nuevo comienzo»
- Juega un juego
- Prueba una forma diferente de orar
- Párate y estira, y luego canta una canción
- Los niños muy pequeños pueden beneficiarse de una actividad rápida que les permita usar un poco de energía y luego reenfocarse. Un solo momento puede cambiar el humor del grupo. Intente una simple actividad como “Aplauden si aman a Dios” o “¡Brinquemos 10 veces y a sentarnos!” o “Menease mientras cuento a 10.”
2. Imitar las acciones y sonidos en las historias Bíblicas
Materiales:
– Ninguno
Descripción:
Mientras cuentas una historia bíblica, permite que los niños la recreen.
- Anima a los niños a hacer efectos de sonido para la historia.
- Chasquea los dedos o golpea ligeramente la mesa para el sonido de la lluvia durante el diluvio.
- Silba y sopla para el viento cuando Jesús calma la tormenta (próximamente).
- Diga «beheh» como las ovejas cuando hables de la oveja perdida (próximamente).
- Dramatice las emociones de los personajes (feliz, triste, enojado, etc.)
- Como repaso, actúe las escenas de la historia
- Juegue a las charadas usando eventos de lecciones bíblicas recientes
- Pídeles a los niños que hagan alguna acción específica cada vez que escuchan cierta palabra en la lección. Por ejemplo, “ría cada vez que escuchas la palabra ‘reír’ mientras les cuento de Abraham y Sara (próximamente).”
3. Formar palabras usando «lestras corporales»
Materiales:
– Luz (opcional)
Descripción:
Al igual que en las canciones J-O-Y (próximamente) y el coro J-E-S-U-S (próximamente), anima a los niños a agruparse para formar palabras usando sus brazos, piernas, etc. Si tienes una habitación oscura, esto se puede hacer frente a una luz para formar sombras divertidas en la pared.
4. Y no olvides bailar
Materiales:
– Ninguno
Descripción:
Así como los hebreos lo hicieron cuando Dios los liberó de Egipto, recuerda permitir que los niños bailen en celebración. A muchos niños les gusta gritar, aplaudir e incluso bailar para expresar alegría.
- Reproduce canciones de alabanza grabadas previamente, o simplemente canta juntos y baila.
- Organiza un «concurso de baile» donde el profesor menciona varios eventos de la historia y los niños se turnan para mostrar un «paso de baile» que representa ese evento.
"Luego la hermana de Aarón, la profetisa Miriam, tomó una pandereta. Todas las otras mujeres la siguieron, bailando y tocando panderetas, mientras ella repetía las siguientes palabras: 'Canten al SEÑOR, ha hecho maravillas. Lanzó al mar al caballo y al jinete.'" Éxodo 15:20-21, PDT
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