Preparación personal antes de que comience la clase:
1. Confía en Dios
Respira profundo y recuerda que cada uno de estos niños está en un viaje de fe hacia Dios. Algo especial y eterno está ocurriendo entre Dios y ellos. Dios está trabajando en sus corazones y tú eres Su herramienta para ayudar al niño a escuchar Sus palabras.
Enseña lo mejor que puedas, pero mantén el enfoque en Dios. Si te enfocas en ti misma y te esfuerzas por ser una especie de «maestra perfecta», puedes perder el enfoque tanto en Dios como en los niños. El estrés por esto puede hacer que el ambiente del aula sea tenso o rígido.
Conocer a los niños y tratar de verlos como Dios los ve te llevará a compartir la Palabra de Dios de manera intencional, estimulante y gozosa.
2. Obedece a Dios
Los niños escucharán tus palabras, pero también observarán tu vida y la copiarán. ¿Qué tipo de visión de Dios tendrá un niño si te escucha hablar de Dios, pero ve que vives una vida inmoral, insensible, crítica o apática?
3. Ora
Abre tu corazón a Dios y pídele que te use para Su gloria. Ora por los niños de tu grupo por su nombre.
4. Mantente fiel a las Escrituras
Selecciona la historia bíblica que vas a enseñar.
Haz clic aquí para una lista de historias Bíblicas.
Lee las Escrituras y la Información de Fondo. Haz cualquier estudio adicional según sea necesario. Esquematiza la historia y familiarízate mucho con ella. Si no crees en lo que estás enseñando, los niños tampoco lo harán. Revísate a ti misma: no te emociones tanto con juegos, manualidades o temas que te alejes de lo que Dios está diciendo en Su Palabra.
5. Enfócate
No intentes enseñar todo lo que sabes en una sola lección. Tendrás que ser selectiva sobre la cantidad de información que compartes o abrumarás a tus estudiantes.
Al elegir en qué enfocarte, considera qué puntos son más importantes para el desarrollo de la fe de los niños en tu grupo. En esta lección, ¿cuál es tu objetivo para que ellos sepan, crean y puedan hacer? Tu plan de lección no debería ser solo una colección aleatoria de «actividades para mantenerlos ocupados», sino que debería ayudar a los niños a alcanzar los objetivos que tienes para ellos en este período específico de tiempo.
6. Planifica con anticipación
Utiliza el esquema de plan de lección sugerido a continuación o haz clic aquí para un planificador imprimible de lecciones en blanco para preparar tu lección.
Cambio el orden y adapto las cosas al entorno y las edades de los niños a los que estoy enseñando, pero casi siempre incluyo todos los elementos enumerados en el planificador.
Mientras planificas lo que sucederá en tu lección, puedes utilizar estas Ideas de Enseñanza o las tuyas propias.
Considera cómo será la experiencia de aprendizaje desde la perspectiva de los niños. A veces, incluso me siento en el suelo y miro el aula desde la altura de mis estudiantes para poder ver las cosas desde su perspectiva. Como resultado, a veces cambio la forma en que uso las ayudas visuales o exhibo tablones de anuncios o carteles.
Reúne todos los suministros que necesitas y haz cualquier preparación necesaria, como fotocopiar o pre-cortar partes de la manualidad. Al reunir los suministros, considera las habilidades y la seguridad de los niños (tijeras que se ajusten a manos pequeñas, tijeras específicamente para niños zurdos, pegamento que no esté seco, etc.). Si es posible, prepara el espacio en el que enseñarás antes del día de tu lección.
7. Crea un ambiente de aprendizaje
El factor más importante al enseñar a los niños es que su espacio de aprendizaje sea seguro, agradable y libre de distracciones tanto como sea posible. Considera el nivel de edad y las necesidades de aprendizaje de los niños mientras creas o arreglas un espacio.
Si tienes una sala para enseñar, asegúrate de que esté limpia y ordenada. Las decoraciones de la sala deben ayudar a los niños a concentrarse en lo que se está enseñando y no ser una distracción. Si deseas que los niños se muevan para un juego o actividad, organiza los muebles como corresponde para que esto ocurra fácilmente.
- Límites
Los niños están menos ansiosos si entienden claramente lo que la maestra espera. Simplemente definir un «área de historia» y un «área de juego libre» implica inmediatamente cómo deben comportarse los niños en cada uno. Una manta extendida en el piso o en el suelo invita a los niños a reunirse y sentarse en un solo lugar mientras la maestra habla.
- Espacios temporales:
Si enseñas en un espacio como una casa, biblioteca, salón alquilado o garaje, intenta minimizar las distracciones. Los asientos deben estar orientados de espaldas a las puertas o ventanas donde los niños puedan ver personas pasando. Tal vez podrías crear una «pared» temporal entre las áreas colocando una manta sobre algunas sillas. Anima a los niños a tomar posesión del salón invitándolos a ayudarte a resolver problemas. ¿Cómo organizarían ELLOS el espacio para minimizar las distracciones?
- Espacios grandes:
Enseñar en un espacio grande como un gimnasio o al aire libre en un parque también puede ser un desafío. El espacio abierto puede ser excelente para juegos o actividades, pero la mayor parte de tu tiempo juntos probablemente se pasará reuniéndose en un solo espacio. El espacio de enseñanza se puede definir colocando una cuerda o incluso una manguera de jardín para crear un gran círculo donde todos se reúnan. Si es posible, planifica reunir a los niños al lado de una cerca o pared para que al menos tengas un límite claro.
8. Realmente estar presente
El tiempo que tienes con los niños es precioso, así que enfoca tus pensamientos y energías en compartir la Palabra de Dios con ellos en este momento. Deja tus cargas y problemas con Dios (fuera del aula y del tiempo de clase) para que puedas estar abierta a las necesidades de los niños en tu grupo.
Llega al menos 15 minutos antes de que comience la lección para que puedas orar nuevamente y hacer los preparativos de último momento. Si estás tranquila y serena cuando lleguen los niños, esto marcará el tono de toda la lección. Saluda a cada niño con una cálida sonrisa y ayúdalos a sentirse bienvenidos.
9. Da un paso de fe
Incluso después de muchos años como maestra, a veces todavía me pongo nerviosa. Puede ser una caída en la confianza o quizás me preocupa no poder relacionarme con los niños. Puedo decirte lo que me digo a mí misma: «Jesús ama a estos niños y yo amo a estos niños. Sus almas son más importantes que mis insuficiencias. Puedo hacer cualquier cosa si Dios está conmigo.»
10. Espera mejorar
Cada vez que enseñas, también aprendes. A veces aprenderás cometiendo errores. Eso está bien. Cuando los niños saben que te preocupas por ellos, son muy perdonadores y pacientes.
Las partes de un plan de lección
Una forma que ayuda a los maestros a prepararse para una lección es crear un plan de lección. Este documento te ayuda a pensar y escribir información sobre cada actividad o componente de tu clase. Dividir una lección en estos diferentes componentes te ayuda a planificar de manera efectiva y sentirte menos abrumada.
Hemos creado una plantilla de plan de lección en blanco que puedes imprimir y completar mientras planificas tu lección. A continuación, se describe en orden cada parte de una lección típica. También encontrarás cada una de estas partes en la plantilla del plan de lección.
Plantillas de planificación de clase
1. Título de la lección:
Elige una historia bíblica y crea un título. Un título da enfoque y te recuerda como maestra que esta lección es única y tiene un propósito. El título puede ser para tu uso como maestra o puedes compartirlo con los niños. Puedes inventar tu propio título o usar uno de los enumerados en lista de historias bíblicas.
2. Referencias Bíblicas:
Una vez que hayas elegido la historia bíblica que quieres enseñar, escribe la referencia bíblica de esa historia. También es posible que desees escribir el versículo para memorizar u otras escrituras relacionadas. Puedes encontrar los versículos por tu cuenta o consultar cualquier lección en lista de historias bíblicas.
3. Énfasis/Tema:
En lugar de tratar de cubrir todo en una lección, intenta reducir el enfoque a un tema básico. A menudo hay muchos temas diferentes que podrías enfatizar, por lo que tendrás que elegir el mejor para tu lección y los niños a los que enseñas. Para elegir, primero piensa en las verdades importantes que los oyentes de la historia por primera vez aprenderán. ¿Qué revela la historia sobre Dios? Luego, piensa en lo que los niños de tu clase encontrarían relevante. ¿Cómo puedes ayudarlos a aprender quién es Dios y qué significa para sus vidas? Si necesitas ayuda para elegir un tema, encontrarás algunos sugeridos para cada lección en lista de historias bíblicas.
4. La Bienvenida
Para que los niños aprendan, es importante que se sientan seguros, queridos y bienvenidos en su entorno. Así como Jesús dio la bienvenida a los niños pequeños, es importante que nosotros también ayudemos a que cada niño se sienta bienvenido. Asegúrate de llegar antes que los niños y estar preparada para que la lección comience. Esto te permitirá dar la bienvenida a cada niño con intencionalidad y sinceridad.
A medida que los niños lleguen a la sesión, utiliza el tiempo para descubrir juntos lo que tienen en común. Ya sea que tengas uno o muchos niños presentes, puedes usar lo que tienen en común para crear un ambiente cálido y acogedor. Los niños también se sienten bienvenidos cuando son valorados. Algunas maneras de mostrar a los niños que son valorados y bienvenidos en clase incluyen:
- Dejarlos ayudarte a preparar los materiales o a montar una mesa.
- Charlar mientras colorean juntos las imágenes que se utilizarán como visual durante la historia.
- Mirar un libro o imágenes que se relacionen con la historia o énfasis del día.
- Hacer algo con plastilina que se relacione con la historia o énfasis.
- Encontrar un versículo en la Biblia, cantar canciones.
- o cualquier otra actividad que los ayude a sentirse bienvenidos.
5. Introducción a la Historia:
Después de que los niños hayan llegado, los reunirás en un solo espacio y los ayudarás a acomodarse antes de contar la historia principal del día. Esto se puede hacer haciendo una pregunta dirigida, describiendo una situación actual (y apropiada para su edad) que se relacione con lo que está sucediendo en la historia, mostrando un objeto que se relacione con algo en la historia, etc. A medida que conozcas a los niños de tu grupo, aprenderás lo que realmente llama su atención.
6. Narración de la Historia:
Elegirás un método para presentar una lección de la Biblia. No importa cómo decidas presentar la historia, recuerda que el paso más importante es que primero leas y entiendas la escritura tú misma. Luego, cuando compartas la escritura, tu presentación será natural y de corazón.
Algunos maestros son excelentes narradores y usan una combinación de narración y lectura directamente de la Biblia como su método principal. Otros son artísticos y dibujan imágenes mientras cuentan la historia. Muchos de nosotros encontramos buenas imágenes para usar en algún momento mientras contamos la historia. Usar una variedad de métodos ayuda a los niños a entender y recordar mejor la historia. Sugiero desafiarte a ti misma a intentar algo diferente para que tu enseñanza no se vuelva monótona. Ayudas Visuales y Formas de Contar la Historia
7. Aplicación:
Una parte poderosa de tu tiempo juntos será en las actividades que elijas para ayudar a relacionar la historia con la vida de los niños. Esto se puede hacer a través de juegos interactivos, cantos, oración, discusión, memorización o lectura de versículos de la Biblia, proyectos, manualidades o cualquier otro método que tú y los niños disfruten. Este no es un tiempo para «tareas para mantenerlos ocupados y tranquilos», sino un tiempo para sembrar la palabra de Dios en sus corazones. Ideas para actividades de aplicación de vida
8. Repaso:
Re-enfatizar los puntos importantes de la historia del día ayudará a los niños a recordarla. Nuevamente, esto se puede hacer a través de juegos, manualidades, canciones, actividades de versículos para memorizar, dejando que un estudiante vuelva a contar la historia reutilizando tus ayudas visuales, etc. Ideas para actividades de repaso.
9. Cierre
Dejar claro cuándo tu tiempo junto ha terminado ayuda a los niños a tener cierre, procesar lo que aprendieron y hacer la transición a lo que harán después de la sesión. Puedes cerrar con una oración, un juego tranquilo, una canción particular que canten cada semana, repartiendo tareas o cualquier actividad que tú y tus estudiantes encuentren útil.
10. Lista de Preparación de la Maestra
Haz una lista de los suministros que necesitas reunir para la sesión. Haz una lista de cualquier otra preparación que necesites realizar antes del día de la lección.

Comentario